domingo, 22 de agosto de 2010

A long long time ago...



Sucedió que no sucedía. La culpa era de las posibilidades. Eran muchas, demasiadas. Se agolpaban, se empujaban, intentaban salir a la vez que otras pretendían entrar. Hubo quien las llamó  musas, yo  logré no ponerles nombre y colarlas por debajo de la puerta. Las que se dormían entorpecían el ir y venir, el trasiego imposible, incesante, inacabable, incompresible. Principios buscando un fin que no aparecía. Finales enloquecidos intentando alcanzar comienzos que jamás llegaban. Tramas llorosas y abandonadas en las esquinas, perdidas por rincones polvorientos o entre ceros y unos que recorrían caminos infinitos a ninguna parte. Personajes huérfanos. Verbos a la espera. Adjetivos aburridos. Metáforas vendiéndose al mejor postor. Podía pasar todo. Y sólo por eso no sucedió nada. Nada de nada.

María Martín ©

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